El candidato presidencial tiene dos de estas aves de mente libre como mascotas salvajes. Se portan mucho mejor que su viejo emú, Toby, que atacaba a su esposa, Cheryl Hines.

La capacidad de Sutherland para ser entrañable en un papel, amenazador en otro y simplemente bizarro en otros roles llamó la atención de directores como Federico Fellini y Oliver Stone.